El poder contemplar
de cerca a un gran depredador es algo que me fascina. Siempre soñé con
ver al gran tiburón blanco (Carcharodon carcharias)
y este verano pasado pude disfrutar durante hora y media a menos de 12 grados
de temperatura de 9 ejemplares, que no solo se pasearon delante de mi, sino
que alguno de ellos me permitió tocarlo.
A pesar del intenso frio y de la
sensación de estar a su merced, es una experiencia digna de repetir, aunque
espero que la próxima vez las condiciones del agua sean mejores.
Hola Ricardo, impresionantes fotos, ni me imagino lo que se debe sentir al estar tan cerca de un super depredador de la talla del tiburón blanco.
ResponderEliminarMe he perimitido enlazar tu blog con el mio, pues me gustaría seguir tus magnificos trabajos, y si visitas mi blog espero que te guste. Un saludo.
Tuvo que ser una gran experiencia, que desde luego la has aprovechado muy bien con esas fotos, la única pega es que transmiten una imagen muy agresiva de los tiburones, pero eso no es culpa tuya. Felicidades.
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