Esta semana he tenido la oportunidad de fotografiar en el
nordeste de la comunidad de Madrid a la pequeña y escasa culebra de cogulla (Macroprotodon brevis), este pequeño
colúbrido, que junto con la culebra bastarda son las dos únicas culebras
venenosas de la península ibérica, resulta, inofensiva para el ser humano, ya que su condición de
opistoglifa impide que nos muerda con los colmillos venenosos que se encuentran
en la parte posterior de su maxilar superior. Su alimentación principal está
basada en reptiles, a los que captura cuando se oculta en las rocas o semienterrada en suelos
arenosos. Sus hábitos nocturnos, su pequeño tamaño y la costumbre de enterrarse
hacen de esta serpiente una de las mas difíciles de observar de la península ibérica.
Cámara D4, objetivo tamron 90mm macro, flash Metz , f 18, v 1/100s, ISO 100.
Cámara D4, objetivo tamron 90mm macro, flash Metz, f 32, v
1/60s, ISO 100.